Mon Seul Désir

MON SEUL DÉSIR nace de la interpretación de los tapices que pertenecen a la serie ‘La dame et la licorne’ —la dama y el unicornio—, que pueden encontrarse en el Musée de Cluny, el museo medieval de París. Son una serie de seis tapicerías que muestran a una dama en su soledad. Estos tapices son un recorrido por los cinco sentidos: vista, oída, olfato, gusto, tacto, pero, además, y este es el motivo por el cual estos tapices son tan conocidos, el sexto tapiz se inscribe bajo el lema ‘mon seul désir’ —mi único deseo— cuyo sentido y significado es todavía desconocido. El misterio que encierra esta última tapicería ha suscitado a lo largo de los siglos múltiples lecturas y nuevas interpretaciones, por ejemplo, se ha dicho que hace referencia al sexto sentido, a lo propiamente femenino, etc.

Para este solo, se ha tomado como punto de partida el tapiz que corresponde a la vista, que presenta a la dama con un espejo en el cual muestra al espectador la cara del unicornio. Supuestamente, el unicornio debería ver, bajo este juego de perspectivas, el rostro de la persona que está mirando los tapices. Pero no solamente esto, sino que, como a menudo se han interpretado estos tapices —por autores como Georges Sand o Rainer Maria Rilke— como una eminente soledad femenina. Es así como se ha querido interpretar esta sensación de soledad, de inspeccionarse el cuerpo, de descubrirse en el espejo, de todas aquellas cosas que se hacen cuando se cree que nadie está mirando y nadie está juzgando. Así pues, «Mon seul désir» es el descubrimiento de los propios genitales, de la propia sexualidad y una conexión de la mujer con su propio erotismo como elemento constitutivo del ser.

MON SEUL DÉSIR fue la pieza escogida para dialogar con la obra de la artista colombiana Maria Eugenia Trujillo en el marco del Barcelona Gallery Weekend en Imaginart Gallery, en su exposición ‘Ni sumisa ni devota’.